sábado, 10 de abril de 2010

Diafragma y obturador ¿Qué son y cómo funcionan?



El diafragma semeja una pequeña circunferencia o anillo que se contrae o expande según sus distintas aberturas. Como el iris en el ojo humano, el diafragma tiene la función de regular la cantidad de luz admitida en la cámara. Este dispositivo se acciona mediante un anillo giratorio sobre el cual se hallan inscritas las distintas aberturas, que suelen ir precedidas de la letra f que significa focal.

Es decir, las aberturas del diafragma nos permiten controlar la cantidad de luz que atraviesa el objetivo de nuestra cámara. Como ya citamos, el tamaño de la abertura del diafragma se mide en una escala de valores f. Los valores f más elevados (32, 22, 16, 11) corresponden a aberturas más reducidas, y por lo tanto permiten el paso de muy poca luz. Por el contrario, los valores f más pequeños (1.8, 2.8, 3.5, 4, 5.6) permiten el paso de mucha luz.

Por ejemplo, si intentamos fotografiar a un objeto oscuro, se debe emplear una abertura grande para que entre la mayor cantidad de luz posible. Si el objeto está muy iluminado, entonces debemos reducir la abertura de nuestro diafragma, por lo que debemos utilizar un valor f elevado.

Es muy importante que tengamos en cuenta que al ajustar nuestro diafragma; es decir, al cambiar un valor f, la cantidad de luz admitida hacia el interior de la cámara aumentará o disminuirá en un 100%, según sea el caso. Por ejemplo, un valor f8 capta el doble de luz que un f16. Y un diafragma f11 capta tan sólo la mitad de luz que capta un f.8.

Asimismo, con el diafragma podemos controlar la llamada profundidad de campo, o zona de nitidez que se extiende por delante de nosotros y por detrás del sujeto enfocado. Es decir, si pretendemos tomar la foto de alguna persona, y por detrás de esta se extiende un paisaje que no nos interesa destacar, ya sea por que es confuso o no tiene interés alguno, debemos capturar la imagen con un diafragma muy abierto, y una velocidad de obturación elevada, con el fin de que nuestro personaje destaque y el fondo se capte borroso. En caso contrario, es decir, que por algún motivo nos interese destacar tanto al primer plano como al último, entonces deberemos ajustar nuestro diafragma, y utilizar un valor f elevado, tal como f11, f16 o f22, y compensar con una velocidad de obturador lenta.

Para comprender cómo funciona el obturador y qué relación tiene con el diafragma, es necesario tomar en cuenta que éste regula o controla el tiempo durante el cual nuestra película queda expuesta a la luz. En general, el obturador funciona a base de cortinillas que se cierran rápida o lentamente según la velocidad que le asignemos.

Al igual que los valores f, los números del obturador se ordenan según una secuencia regular en la que cada uno representa un tiempo de exposición. Las velocidades indicadas en el obturador siguen la siguiente escala: B, 1, 2, 4, 8, 12, 15, 30, 60, 125, 250, 500, 1000, 2000 ó 4000, según la cámara.

Como puede notarse, según la escala, cada tiempo de exposición representa el doble de tiempo del anterior. Estos números en realidad son fracciones de segundo, de modo que una exposición de 30 nos indica que el obturador permanece abierto durante 1/30 segundos. Y al igual que en el caso del diafragma, las velocidades de obturación más altas (4000, 2000, 1000, 500) corresponden a tiempos de exposición más cortos.


Una ventaja del obturador de cortinilla es que permite el empleo de objetivos intercambiables en la misma cámara estando cargada, puesto que la cortinilla resguarda a la película de la luz, sin importar que se desenrosque el objetivo.

En resumen, mientras que el diafragma jugaría el papel de una ventana más o menos abierta, el obturador vendría a ser una especie de cortina, que se corre ante dicha ventana. Cada vez que oprimimos el disparador para tomar una foto, es la cortina la que se abre durante un tiempo más o menos prolongado, de acuerdo a la velocidad que previamente seleccionemos.

Como se puede deducir de lo anteriormente escrito, el diafragma y el obturador están estrechamente relacionados, ya que con ambos regulamos el paso de la luz a través de nuestra cámara. Es decir, con ambos controlamos la exposición. El principio básico del control de la exposición se llama Ley de Reciprocidad, y significa que todo cambio que hagamos en cualquiera de las variables que regulan el paso de la luz (diafragma u obturador), afecta a la otra variable. Es decir, las velocidades de obturación y los valores del diafragma son intercambiables. Recordemos, a mayor abertura del diafragma, más luz penetra en la cámara, y cuanto más lenta sea la velocidad de obturación, mayor será la cantidad de luz admitida.

Veamos un ejemplo de la ley de reciprocidad, si nosotros ajustamos el valor f de nuestra cámara de f5.6 a f11, y estamos trabajando con una velocidad de obturación 1/250, deberemos ajustar también la velocidad de obturador a 1/60, ya que al reducir la cantidad de luz que va a pasar por el diafragma, tenemos que compensar esa pérdida de luz, permitiendo que dicha energía se capte con una velocidad de obturación más lenta.

Veamos otro ejemplo, imaginemos que el exposimetro de nuestra cámara nos indica que la combinación para obtener una imagen correcta es una velocidad de obturación de 1/30 con un diafragma f16. Si alteramos nuestra velocidad en el obturador a 1/125 se reducirá a más del doble el tiempo en el cual la luz llegará a nuestra película, por lo tanto deberemos ajustar nuestro diafragma a f.8 para que la entrada de luz se duplique a través de esta variable. Es decir, cuando pasamos de 1/30 a 1/125 ajustamos dos pasos (1/60 y 1/125) y de tal forma se redujo la cantidad de luz; sin embargo, al abrir dos pasos nuestro diafragma (f11 y f8) logramos compensar la pérdida de luz.

Recordemos, a mayor abertura del diafragma más luz penetra a través de la lente; cuanto más lenta sea la velocidad de obturación, mayor será también la cantidad de luz admitida. De este principio tan básico se desprende la necesidad de establecer una relación diafragma-tiempo, con el fin de controlar la exposición.

Asimismo, distintas combinaciones de abertura y obturador no pueden dar la sensación de que producen los mismos resultados fotográficos, más esto no es así. Al cambiar la velocidad del obturador, cambia la forma en que se registran los objetos móviles, ya que la velocidad de obturación afecta a la representación de dichos objetos. Por ejemplo, si buscamos reproducir con nitidez a un carro de carreras o a un sujeto en movimiento, deberemos emplear velocidades de obturación altas (500, 1000, 2000 ó 4000).


Es decir, si nosotros deseamos "congelar" o definir a objetos o sujetos en movimiento, es preciso que utilizemos velocidades de obturación altas (1/4000, 1/2000, 1/1000, 1/500, 1/250 e inclusive 1/125). No obstante, si lo que buscamos es otorgar dinámica a nuestras fotografías, es necesario utilizar velocidades de obturación bajas, ello nos permitirá obtener barridos en nuestra imagen. Así que cuanto menor sea la velocidad de obturación, mayor será la indefinición de nuestro sujeto. Podemos experimentar con velocidades tales como 1/60, 1/30 y 1/15 para obtener imágenes con formas barridas, ya sea personas o automóviles. Asimismo, podemos recurrir al uso de la posición B, tripoide y cable disparador si nos ponemos más exigentes.

Otro aspecto importante de la imagen es la reproducción nítida de los sujetos u objetos según su ubicación en los planos. A esta propiedad se le llama profundidad de campo, y depende del diafragma y el enfoque. Un enfoque correcto determina la nitidez de una imagen. Resulta de suma importancia saber qué nos interesa destacar para llevar a cabo un buen enfoque. La mayoría de los objetivos se enfocan con el mayor de los anillos de su montura; esto permite avanzar o retroceder lentamente la óptica, mientras que una escala de distancias desfila ante una referencia fija. En un extremo de dicha escala, se observa la indicación de infinito. En esta posición, el objetivo enfoca a sujetos lejanos (en la práctica los situados a más de unos 15m).

Es decir, basta con ir girando el anillo de enfoque hasta que la imagen aparezca con toda nitidez. Para un enfoque correcto es indispensable girar el anillo selector de distancias en uno u otro sentido hasta que las imágenes se reúnan o se yuxtapongan.

1 comentario:

ANRAFERA dijo...

Muy interesante. Gracias por toda cuanto información expones. Saludos.